Cuando salimos de la meta iniciamos tímidamente, por el lodo y lo nuevo de estos trillos, pero luego fuimos tomando fuerza hasta que PUM!!!, el lodazooooo.... y las gomas frenadas, y uno buscando un palito o rama para sacar el lodo. Luego continuamos avanzando. A parte del stress de andar en una ruta que puede llevarte por cualquier parte a través de cualquier obstáculo, yo como guía, o el portador de la tablilla de direcciones, tenía un stress adicional causado por cualquier número que pueda aparecer de repente, o peor, que no veamos aparecer.
Luego de pasar el primer tramo de lodo y haber "limpiado" la bici, adivinen, ¡MAS LODO! Ya de ahí empezamos a resbalar gomas, a caminar con la bicicleta a cuestas, viene gel y Javier y Manny con el mismito animo. Pero nada, yo privando en guapo, me preguntan cómo vas y yo casi sin aire les digo: Voy caliente, pero bien….
Ahora estoy tratando de organizar mis ideas y solo me llegan a la mente trillos en subida, lodo, el aguacerazo, más lodo, 2 oasis y 1 colmado. Este lapsus mental ocasionado por el cansancio… no perdón… el eplote… pero siempre detrás de mis compañeros porque ellos no se merecían no completarlo dizque por yo estar de blandito.. y bien blandito que ‘taba. La vergüenza trabajando…
Todavía en la loma, resbalando con el lodo, las piernas se me gobernaban y en un descanso que pedí casi haciendo una huelga como a las 1pm me pasó un pana (creo que de santiago) y me pregunta que como estoy y le digo: “bueno…” con una cara de agobio y él me dice: ¿te caíste? ¿Te dio calambre? A lo cual le respondo que no, entonces me dice: pues tú estás bien; y eso me hizo entender que quedaba algo de mí. Eso me motivó a continuar.
Luego en una parada en uno de los oasis me agarraron entre 3: Una chica me entró a galletas y a manzanazos, otra me saco el termo y lo lleno de agua y el hijo de miguel me quito el camelback y me lo llenó, en lo que me comía un par de sandías. Cuando me vine a dar cuenta, estaba completo para seguir pedaleando junto a mis compañeros. Excelente trabajo de los Oasis.
Después de eso por fin el checkpoint #6.. oh, y el 5 ¿dónde estaba? No que el pana cerraba a las 2 (parece que trabajaba en el gobierno) y no estaba cuando pasamos. Pero vaya sorpresa que nos encontramos: “los TrazaBosques”, si, con uniforme y todo, que flow. De ahí en adelante a resbalar en la super bajada y yo sin frenos que lio. En las bajadas siguientes tuve que recurrir a mis andanzas de antaño a frenar con el tenis en la goma de atrás para poder avanzar.
Luego cuando pasamos el rio con el agua por mi pecho (y yo mido 6 pies) encontramos la ruta que sale a la carretera y a tomar un buen ritmo junto a mis 2 super compañeros y cuando estoy dándoles CRANK!!!, se partió la cadena, pero nada, queda mucha vergüenza. A trotar se ha dicho, pero Javier, quien es trotador me ha dicho, toma mi bici y lleva la tuya que yo me voy corriendo y ese bárbaro arrancó por ahí y yo con su bici y la mía a rastro como salgo con que vamos a abandonar… no, la vergüenza trabajando. Javier corrió como 3 o 4 km y Manny dándonos soporte a ambos. Entre empujándome y corriendo llegamos a la meta.
Así logramos completar el recorrido y nos quedamos con la satisfacción de que la preparación, la persistencia y LA VERGÜENZA pueden hacerte lograr cosas que no crees poder. Felicito a los organizadores del evento, muy buen trabajo. Espero continúen realizandolo cada año, el MTB dominicano se merece eventos de esta magnitud y calidad.